El horno eléctrico, ese aparato doméstico tan necesario en nuestras casas que nos hace las tareas de la cocina mucho más fáciles, se puede convertir en muchas ocasiones en un trabajo complejo a la hora de limpiarlo si a la larga no lo cuidamos como es debido. No obstante, ganarle la batalla es más fácil de lo que piensas con los trucos que te daremos a continuación para hacer de este trabajo algo mucho menos complicado.
¿Qué errores se suelen cometer?
Uno de los errores más habituales que cometemos todos después de hacer uso del horno eléctrico es que después de su funcionamiento dejamos la puerta del horno abierta para que se enfríe lo antes posible. Si dejamos enfriar el horno con la puerta abierta el calor saldrá siempre en la misma dirección y es muy probable que los muebles que hay alrededor se estropeen de forma irremediable. El horno eléctrico se puede enfriar de la misma forma si dejamos la puerta cerrada. También recomendamos cocinar a fuego más lento para evitar que se salpique el horno.
Otro error muy común que cometemos es dejar la tarea de limpiar para otro día. Si cometemos este error, la suciedad se quedará más pegada y el horno y la cocina cogerán olores desagradables. Lo recomendable es que en cuanto detectes que el horno está sucio, te pongas manos a la obra. Para limpiar bien el horno podemos utilizar productos de limpieza desengrasantes para el horno. No obstante, recuerda siempre utilizar un paño normal y no un estropajo, ya que podemos rallar la superficie del horno. En Limpieza pulido recomendamos la bayeta multiusos bayeco.
Pasos para limpiar un horno eléctrico
Lo primero que deberás hacer es quitar toda la grasa sobrante con un papel de cocina empapado en agua caliente antes de ponerte a limpiar, ya que esto facilitará mucho el trabajo. Después, en un recipiente, pon amoniaco con agua, pon el horno a fuego lento y a muy poca temperatura durante una hora. Cuando el horno no haya alcanzado aún una temperatura muy alta, apágalo y comienza a retirar la grasa y la suciedad. Verás como se limpia de forma mucho más fácil. Por ese motivo decimos que nunca hay que dejar la limpieza para otro día, para que esta no se quede incrustada.
Otra forma de limpiar el horno de forma eficaz es utilizar un desengrasante. Pulveriza un poco de desengrasante en el horno cubriendo de sobra las superficies que queremos desengrasar y desinfectar. Después de cubrir todas las zonas sucias dejamos actuar el desengrasante durante unos minutos. En el caso de que haya zonas mucho más complicadas de limpiar, hay que esperar entre unos 10 y 15 minutos. Después, con la bayeta, retiramos todo ese desengrasante junto con la suciedad.
Para quitar la grasa que se deposita en el vidrio podemos en primer lugar aplicar desengrasante y dejarlo durante unos minutos. Después, retiramos todo ese exceso de grasa y secamos la superficie. Para dejar un acabado mucho más brillante podemos limpiar el cristal con un limpiacristales cristalin. Veremos como el cristal queda brillante y perfecto.