A la hora de tratar superficies metálicas, existen dos procesos principales que se utilizan: el pulido mecánico y el electropulido. A continuación, vamos a detallar en qué consiste cada uno de ellos y cuáles son sus ventajas.
El Electropulido
El electropulido es un tratamiento superficial mediante el cual el metal a pulir actúa como ánodo en una celda electrolítica, disolviéndose. Con aplicación de corriente, se forma un film polarizado en la superficie metálica bajo tratamiento, permitiendo a los iones metálicos extenderse a través de dicho film. Las micro y macro proyecciones y puntos altos de la superficie rugosa, al igual que las zonas con rebabas, son áreas de mayor densidad de corriente que el resto de la superficie, y se disuelven a mayor velocidad, dando lugar a una superficie más lisa, nivelada y/o por tanto menor rugosidad. Simultáneamente, y bajo condiciones controladas de intensidad de corriente y temperatura, tiene lugar un abrillantamiento de la superficie.
La gran ventaja del acero inoxidable es que, al ser el hierro un metal que se disuelve fácilmente, se incrementa el contenido de cromo y níquel en la superficie, aumentando así la resistencia a la corrosión.
En una escala macroscópica, el contorno de una superficie se puede considerar como una serie de picos y valles. La profundidad de los mismos y la distancia entre los picos dependen de los métodos utilizados para afinar el acabado de la superficie.
A escala microscopio, la superficie es aún más compleja, con pequeñas irregularidades sobrepuestas a los picos y valles. Con el fin de producir una superficie verdaderamente lisa, ambos tipos de irregularidades (macroscópicas y microscópicas) deben ser eliminadas.
Funciones de un proceso de pulido ideal
- Alisado: eliminar irregularidades a gran escala (tamaño superior a 1 micrón).
- Abrillantado: eliminar pequeñas irregularidades de tamaño inferior a centésimas de micrón.
Comparativa entre Pulido Mecánico y Electropulido
Pulido mecánico:
El proceso de pulido mecánico se puede dividir en dos etapas: esmerilado y pulido. En la primera etapa, se utilizan técnicas abrasivas para producir una superficie lisa y plana. En la segunda etapa, se utilizan abrasivos finos sobre poleas para dar una superficie lisa y brillante.
La investigación de la estructura de las superficies metálicas preparadas por procesos de pulido mecánico, establece que conducen a obtener una zona severamente deformada cercana a la superficie. Esta zona tiene propiedades diferentes a las del metal de base y se produce fundamentalmente por un proceso de fluencia; es decir, bajo la intensa acción mecánica del pulido, el material de los picos es obligado a fluir para rellenar los valles.
Esta capa superficial es conocida como “capa de Bielby”, y tiene un espesor de varios micrones.
Cuándo utilizar cada uno de ellos
El electropulido y el pulido mecánico son dos métodos para tratar la superficie de los metales y obtener acabados lisos y brillantes. El electropulido es un proceso electroquímico que disuelve el metal y nivelando la superficie, mientras que el pulido mecánico utiliza técnicas abrasivas para alisar y abrillantar la superficie.
En el caso de la fabricación de escaleras de acero inoxidable, el electropulido ofrece varias ventajas sobre el pulido mecánico. Por ejemplo, la capacidad de tratar piezas de forma irregular y la eliminación de capas superficiales formadas por labores de laminación y pulido. Además, el electropulido permite aumentar la resistencia a la corrosión y disminuir la tendencia en los líquidos y sólidos a adherirse a la superficie, lo que es importante en el mundo de la piscina.
El proceso de electropulido es más delicado y requiere una mayor habilidad y experiencia para obtener los mejores resultados. Por otro lado, el pulido mecánico puede ocultar defectos en la superficie, lo que puede ser una desventaja en ciertas aplicaciones.